Archivo diario: 8 noviembre, 2005

Premios Literarios

Antes del Goncourt: El servicio anticorrupción francés alerta sobre los premios literarios.

 

 


 El mundillo literario lo murmuraba de antiguo, pero esta vez la denuncia de los premios literarios lleva la muy seria firma del Servicio Central de Prevención de la Corrupción (SCPC). Y dice así: "Los premios literarios y la importante cantidad de dinero que mueven benefician con asiduidad sospechosa a las grandes editoriales". Según dicha nota resulta, además, difícil "separar la paja del trigo entre jurados que también escriben y las editoriales en las que publican".

Publica La Vanguardia en su edición del 3/11/2005

Por Óscar Caballero

Todo ello sucede en vísperas del Goncourt, que se falla hoy. Un Goncourt, máximo premio literario del otoño francés, que, entre fallos inesperados –“El amante”, de Duras, por ejemplo- y cierta discreción, guardaba las formas. Pero esta vez -¿capricho de hombre mayor?-, el casi octogenario, víctima del parkinson, infatigable plumífero, François Nourissier, ex presidente y siempre influyente jurado Goncourt, anticipó públicamente que en la edición de este año votaba por “La posibilidad de una isla”, de Michel Houellebecq.

Hace dos años, las declaraciones ( "el islam es la religión más imbécil") de Houellebecq le vedaron el Goncourt. Pero, esta vez, Nourissier reconocía incluso, en página entera de Le Monde, del 8 de octubre, su amistad con Houellebecq, quien le visita en su palacete y hasta duerme en el sofá.

¿Maniobras? La segunda lista del premio se sacó de la manga una novela que no figuraba en la primera selección, “Trois jours chez ma mère”, de François Weyergans. El 25 de octubre, la tercera y última poda dejó un cuarteto con los citados dos candidatos, y dos outsiders, “Falaises” de Olivier Adam y “Fuir”, de Jean Philippe Toussaint.

Y dos grandes eliminados: Pierre Assouline, crítico, biógrafo, novelista y autor de un logrado “Lutétia”, y Jean-Yves Cendrey, 48 años, casado con la novelista Marie Ndiaye y brillante autor de “Morts vont vite” (POL) y “Une simple créature” (L´Olivier). Cendrey competía con “Les jouets vivants” (L´Olivier), la historia del maestro pederasta del pueblo, el silencio hipócrita de los vecinos y el ministerio.

Autor y protagonista. El 7 de febrero de 2001, Cendrey cogía del cuello, a la puerta del colegio, al profesor Marcel Lechien -en apellidos, la naturaleza imita al arte-, lo subía a su coche y lo llevaba a la gendarmería. Lechien, reconocido culpable de tres violaciones y 36 agresiones sexuales a niños de 6 a 10 años, purga 15 años de prisión. Pero Cendrey, Ndiaye y sus tres hijos debieron abandonar Cormeilles, donde vivían desde 1995: los vecinos le acusaban de haber transformado el pueblo en villorrio de la vergüenza.

La semana pasada, los premios Madame Figaro-Grand Véfour, con jurado de críticos y novelistas, anticiparon el Goncourt a Michel Houellebecq, Renaudot a Olivier Adam y el Médicis y Fémina a Yasmina Reza y Weyergans.

 

 

SECCIÓN: Premios

03-11-05, 10:36

 

 

Nota.- Esto es sólo una muestra de lo que ocurre cuando se fallan los grandes premios literarios. No pasa sólo en Francia, aquí también los dan un poco a voleo..

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